24 ago 2012

Dispresencia

Yo me desaparezco
ella se desaparece.

Manejamos conflictos de intereses
con desapariciones mutuas
y hasta a veces
con desapariciones forzadas.

Cual asunto de mercados
desatamos nuestro morbo
a través de las ausencias
de los espacios sin piel
sin caricias
sin presencia
sin siquiera demencia.

Yo me pierdo
ella se pierde
sin ningún interés
en preguntar como ni donde
manteniendo la tensa calma
que deriva de la duda y del respeto
(ambas inclusive)
seguimos adelante
¿o acaso vamos en reversa?

Yo no escribo
ella no escribe
sabemos que existimos
y pensamos cosas como
"donde estará, con quien estará"
más nuestro estricto código de deshonor
nos impide indagar más allá:
De eso se trata el respeto.

Yo me vengo
ella se viene
ocurre el mágico encuentro
no preguntas,
no quejas,
no reclamos:
Solo placer en nuestras manos,
¿no es acaso todo perfecto?

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